Kapp Linné Day 2.
After a pleasant night’s sleep at Basecamp Isfjord Radio, we woke up to a wondrous breakfast of meats, veggies, caffeine and Gnutella. We were given a nice introduction to the history of Kapp Linné by the owner of Basecamp and how it has evolved into what it is today. Soon enough, our lunches were packed, rifles gathered and we were back on the tundra road for another day’s lesson in geology, permafrost, and how to avoid getting your shoes soaked while hiking.
Immediately after lunch, we raced back to the harbor, threw on our float suits, and headed off into Isfjord for a refreshing boat ride to Barentsburg. We were cruising along the coastline, admiring startled Atlantic Puffins and keeping an eye out for polar bears when we were suddenly stopped by locals: walrus.
There were lots of them, snorting, swimming, and taking a curious look at the visitors in their waters. They even smelled bad too.
After our walrus party, we headed straight to Barentsburg for a history lesson on the Russian settlement. There are about 450 people that live there. The coal-mining community is complete with a hotel, museum, post office, pig farm, and a Lenin Statue. We were treated to the finest Russian cuisine and then hopped back in the boats for the sea-drenched ride back to Longyearbyen.
Our day was complete with hot showers and cups of tea.
Melinda and Nadia
Después de una placentera noche en Radio Basecamp Isfjord, disfrutamos de un delicioso desayuno, además de café, te y Gnutella; siempre acompañado de una alternativa para nuestros amigos vegetarianos. Después, la amable persona encargada del manejo y trabajo en Radio Basecamp nos introdujo en la fascinante historia de la construcción de las instalaciones y de todas sus mejoras hasta lograr ser lo que es hoy. Es indudable la importancia de la estación para la población de Svalbard, en especial a lo relacionado al tema meteorológico y la investigación en ciencia polar en general, sirviendo como un placentero lugar para descansar después de una jornada larga de trabajo de campo tanto para estudiantes como para científicos.
Luego de esta refrescante charla, llego el momento de salir al campo nuevamente, empacando nuestra comida para almorzar en medio de la naturaleza ártica, pero así mismo, alistando nuestros rifles en caso de un encuentro con un oso polar hambriento. Hanna, Elise y Mary nos dieron charlas sobre geología y permafrost, además de ser perfectas guías que nos orientaban sobre los diferentes fenómenos observados en el campo. Observamos algunos métodos muy originales de cómo tomar datos que serán utilizados para entender la dinámica del terreno.
Después de disfrutar de nuestro almuerzo, estuvimos de vuelta en el puerto, y con nuestros trajes especiales que nos protegen del viento y del frío, nos embarcamos en los zodiacs, y atravesando el Isfjord llegamos a Barentsburg, una comunidad rusa. Pero la travesía en mar no fue nada aburrida, estuvo llena de hermosos puffins y morsas que con sus largos dientes, se acercaban curiosas a las embarcaciones, la espectacular vista estuvo acompañada por un olor muy particular.
En Barentsburg un amable guía ruso nos comento sobre la historia del lugar y la gente que reside en el área, actualmente son cerca de 450 personas, pero el número se incrementa dependiendo de la época. Entre los aspectos relatados por nuestro guía están los diferentes encuentros con osos polares, la construcción de las diferentes instalaciones como: hotel, museo, oficina de correo, estadio y la estatua de Lenin. Al final del día disfrutamos de una cena al estilo ruso en el hotel del lugar. Después de un corto descanso estuvimos de vuelta en el puerto para retornar a Longyearbyen.
Nuestro día estuvo completo con un baño con agua caliente, café y te.